En su libro «Sobre héroes y tumbas», Ernesto Sábato escribió: «…y se había dormido a su lado, se había dejado dormir a su lado, había hecho ese supremo gesto de confianza que es dormirse al lado de otro: como un guerrero que deja su armadura». Esta definición aplica perfecto para el post de hoy: nos dormimos seguros junto a nuestros leales amigos.