En su libro «Sobre héroes y tumbas», Ernesto Sábato escribió: «…y se había dormido a su lado, se había dejado dormir a su lado, había hecho ese supremo gesto de confianza que es dormirse al lado de otro: como un guerrero que deja su armadura». Esta definición aplica perfecto para el post de hoy: nos dormimos seguros junto a nuestros leales amigos.
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«Los perros son una fuente de apoyo, cariño, confort, seguridad y estabilidad que puede llegar a tener importantes beneficios para la salud.»
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Fin del insomnio
Tengo sueño muy frágil. Especialmente en los primeros minutos intentando deslizarme al sueño profundo, cualquier mínimo ruido o movimiento puede cortar mi noche y dejarme con los ojos como platos mirando el techo. Quienes sufran de insomnio entenderán a qué me refiero. La frustración y la falta de descanso influyen negativamente al día siguiente y he llegado a pensar que no podría dormir con otro ser vivo nunca más. Hasta que llegó Lupita y me demostró lo contrario: desde que duermo con ella mi calidad de sueño mejoró muchísimo. Está comprobado que la compañía de los peludos ayuda a disminuir la ansiedad, el estrés y la depresión.
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Bienestar emocional
Lupita y yo tenemos una conexión muy especial, es un perro de apoyo emocional. Nos entendemos de una forma ideal y eso ayuda a que los beneficios de dormir con ella alcancen un nivel terapéutico. Esto no sucede con mis otras 6 perritas. Hace años intenté dormir con Isi pero se hacía bolita sola y era muy independiente. Traté con Frida pero tampoco nos adaptamos, cada quien dormía por su lado. Por eso me parece importante destacar que si tienes la suerte de crear un nexo especial con tu perro y duermes con él, se verá reflejado en tu bienestar emocional.
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Nuestra salud
Seamos sinceros, la vida cotidiana está llena de bacterias. Cuando subes al colectivo, cuando abres la puerta de un negocio o de un sanitario público y hasta cuando estrechas la mano de la gente en un saludo cordial no tienes ni idea de dónde ha estado previamente esa mano. No sé tú, pero yo, jamás me enfermé por tener contacto con mis perritas y por el contrario, mil veces he «pescado» un resfriado por haber estado al alcance del estornudo de alguien. Obviamente, nuestros peludos son perros sanos, con su cartilla sanitaria al día, es decir: desparasitados y vacunados. Así que a menos que seas alérgico a sus pelos o saliva, no hay ningún riesgo para tu salud si duermes con tu perro.
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Relaciones de pareja
No todas las personas están dispuestas a compartir la cama con nuestros amiguitos peludos. Mucho tendrá que ver si el perro se integró a tu vida antes de conocer a tu pareja o si fue adoptado de común acuerdo y la actitud que tu pareja tenga hacia los perros. En caso de conflicto y ultimátum al estilo de «el perro o yo», recuerda que el amor fiel, verdadero e incondicional siempre lo encontrarás en tu perro.
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Determinar los espacios
Cuando hablamos de dormir con perros puede ser compartiendo la cama o sólo la habitación. Si quieres mantener distancia en tus momentos de descanso, es recomendable acostumbrarlo desde cachorro (en caso de ser un perro adulto adoptado, desde que llega a tu hogar) a respetar tus espacios y para ello no deberías permitirle subir a tu cama. Si lo dejas subir durante el día y en la noche lo regañas, estarás enviando un mensaje confuso y generando una conducta en tu perro, que tendrás que corregir.
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Anécdotas
Adónde yo voy, va Lupita. Y así hemos dormido en casas de amigos, en hoteles y también dos noches en avión. La primera fue normal, sentaditas las dos en nuestro asiento y la segunda vez fue una muy bonita experiencia regresando a México pues pudimos abarcar dos asientos y dormir abrazadas muy a gusto después de pasar 28 horas varadas en el GRU, aeropuerto de San Pablo, Brasil. Siguiendo el enlace encontrarás la historia completa de esa odisea.
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Finalmente es una elección personal y sólo se trata de cómo deseamos vivir. Si te hace sentir bien dormir con tu perro, abrázalo y sé feliz!
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El artículo "Dormir con tu perro", publicado en http://www.patadeperroblogdeviajes.com pertenece a Paula Ithurbide. Es necesario el consentimiento expreso de su autora para la publicación o reproducción, parcial o total, a través de medios impresos, online o a través de cualquier otro medio o formato.